viernes, 11 de junio de 2010

TEXTO SIGNIFICATIVO

Gorbachov explica la Perestroika

He escrito este libro con el deseo de dirigirme a los pueblos; a los de la URSS, de Estados Unidos y, de cualquier país (…)
He escrito este libro con la fe en el sentido común de dichos ciudadanos. Estoy seguro de que ellos, al igual que nosotros y esto es lo principal, están preocupados por el destino de nuestro planeta. (...)
Perestroika no es un tratado científico ni un panfleto propagandístico, aunque las opiniones, conclusiones y enfoques analíticos que el lector hallará en el libro se basan, desde luego, en premisas teóricas y valores bien definidos. Más bien consiste en una colección de pensamientos y reflexiones acerca de la perestroika, de los problemas que tenemos planteados, de la envergadura de los cambios necesarios y de la complejidad, responsabilidad y singularidad de nuestra época (...) Gran parte de él se ocupa del nuevo pensamiento político y de la filosofía de nuestra política exterior. (...)
Actualmente, la perestroika se halla en el foco de la vida intelectual de nuestra sociedad, lo cual es lógico porque influye en el futuro de este país (...) También los de más países socialistas demuestran un natural y pronunciado interés en la reestructuración soviética. También ellos están atravesando un difícil pero sumamente importante período de búsqueda en su evolución, ideando y experimentando nuevas formas de acelerar el desarrollo económico y social. El éxito de estos intentos dependen en gran medida de nuestra interacción, de nuestras preocupaciones y empresas conjuntas (...)
No cabe duda de que la Unión Soviética está viviendo un período crucial. El Partido Comunista realizó un análisis crítico de la situación a la que se había llegado a mediados de los años ochenta y formuló la política de la perestroika o reestructuración, una política tendente a acelerar el desarrollo económico y social del país y a re novar todas las esferas de la vida. El pueblo soviético comprende y acepta esta política: la perestroika ha vivificado el conjunto de la sociedad (...).
En Estados Unidos, como en todo Occidente, existen diferentes interpretaciones de la perestroika. Por ejemplo, se ha dicho que es una medida impuesta por la desastrosa situación de la economía soviética y que implica un desencanto del socialismo y una crisis de sus ideales y últimos objetivos. Nada más lejos de la verdad que este tipo de interpretaciones, sean cuales fueran los motivos de quienes las mantienen.
Desde luego, la perestroika se ha visto considerablemente estimulada por nuestra insatisfacción con el modo en que han ido las cosas en nuestro país en épocas recientes. Pero el más importante de los elementos que la han inspirado ha sido la comprensión de que no se estaba utilizando plenamente todo el potencial del socialismo. Ahora, en el septuagésimo aniversario de la nuestra Revolución, nos damos cuenta de ello con especial claridad (...)
Quiero advertir desde el primer momento que la perestroika ha resultado más di fícil de lo que imaginábamos en un principio. Hemos tenido que modificar muchas de nuestras evaluaciones. Aun así, con cada paso adelante nos sentimos más convencidos de que estamos en el buen camino y hacemos las cosas correctamente.

Hay quien afirma que han sido los ambiciosos objetivos fijados por la perestroika en nuestro país los que han motivado las propuestas de paz que hemos presentado recientemente en los foros internacionales. Tal interpretación es demasiado simple. Es un hecho bien sabido que la Unión Soviética trabaja desde hace mucho tiempo por la paz y la cooperación, y ha presentado muchas propuestas que, de haber sido aceptadas, habrían normalizado la situación internacional (...)
Nuestra nueva forma de pensar, sin embargo, va aún más lejos. El mundo está viviendo una atmósfera no sólo de peligro nuclear, sino también de grandes problemas sociales sin resolver, de nuevas tensiones provocados por la revolución científico-tecnológica y la agudización de los problemas globales. (...). La acumulación de armamentos, particularmente los nucleares, hacen cada vez más probable que estalle una guerra mundial por accidente, casualmente, ya sea por un fallo técnico o por causa psíquica. En tal caso serían víctimas todos los seres vivos de la Tierra (...)
En una palabra, nosotros, en la dirección soviética, hemos llegado a la conclusión y no nos cansaremos de repetirla, de que es indispensable un nuevo pensamiento político. (...)
¿Cuál es el alcance del nuevo pensamiento político? En realidad, este abarca toda la problemática principal de nuestra época (...)
La política tiene que basarse en realidades. Y la verdad más impresionante del mundo de hoy consiste en la concentración de un colosal arsenal militar, incluido el nuclear, en manos de Estados Unido y de la Unión Soviética. Esto impone a nuestros países una especial responsabilidad ante todo el mundo. Impulsados por esta conciencia, nos esforzamos sinceramente, por sanear las relaciones soviético-norteamericanas, y deseamos alcanzar aunque sea el mínimo de comprensión mutua indispensable para resolver los asuntos de los cuales dependen los destinos del mundo.
Decimos sinceramente que son inaceptables las aspiraciones hegemonistas y las pretensiones globalistas (...)
No tenemos ninguna mala intención hacia el pueblo norteamericano. Queremos y estamos dispuestos a colaborar en todos los ámbitos. Pero la colaboración debe basarse en la igualdad, la compresión y en el avance mutuos.
En ocasiones no sólo nos defrauda, sino que también nos lleva a serias meditaciones el que nuestro país sea percibido en Estados Unidos como un agresor, como «el imperio del mal» (...).
El tiempo corre y podemos perderlo. Hay que actuar. La situación no permite esperar el momento ideal: el diálogo amplio y constructivo es necesario hoy (...).
Estamos lejos de pensar que sólo nuestro enfoque es el veraz. No tenemos recetas universales, pero estamos dispuestos a buscar, franca y honestamente, junto con Estados Unidos y los demás países, las respuestas a todas las interrogantes, aún las más difíciles.

TEXTO SIGNIFICATIVO


El Plan Marshall
6 de junio de 1947

No necesito decirles, señores, que la situación mundial es muy seria (...). Al considerar lo que se precisa para la rehabilitación de Europa, la pérdida física de vida, la destrucción visible de ciudades, factorías, minas y ferrocarriles, fueron correctamente estimadas, pero se ha hecho obvio en los últimos meses que esta destrucción visible era probablemente menos seria que la dislocación de toda la fábrica de la economía europea (...).
La verdad de la cuestión es que las necesidades de Europa para los próximos tres o cuatro años en alimentos y otros productos esenciales procedentes del exterior, principalmente de América, son tan superiores a su presente capacidad de pago, que tienen que recibir una ayuda adicional sustancial o enfrentarse con un deterioro económico, social y político de un carácter muy grave.
El remedio consiste en romper el círculo vicioso y restaurar la confianza de la gente europea en el futuro económico de sus propios países y de Europa como un todo. El fabricante y el granjero a lo largo y ancho de amplias áreas tiene que tener capacidad y voluntad de cambiar sus productos por monedas cuyo valor continuo no esté constantemente en cuestión.
Dejando a un lado el efecto desmoralizador sobre el ancho mundo y las posibilidades de desórdenes resultantes de la desesperación de la gente afectada, las consecuencias para la economía de los Estados Unidos parecen evidentes a todos. Es lógico que los Estados Unidos hagan cuanto esté en su poder para ayudar a volver a una salud económica normal en el mundo, sin la cual no cabe estabilidad política ni paz segura. Nuestra política no va dirigida contra ningún país, ni ninguna doctrina, sino contra el hambre, la pobreza, la desesperación y el caos. Su objetivo debe ser la vuelta a la vida de una economía operante en el mundo, de forma que permita la aparición de condiciones políticas y sociales en las que puedan existir instituciones libres. Tal ayuda, a mi modo de ver, no debe llevarse a cabo en pedazos a medida que se desarrollen las crisis. Cualquier ayuda que este Gobierno pueda prestar en el futuro debe procurar una cura antes que un simple paliativo.
Cualquier gobierno que esté dispuesto a ayudar en la tarea de la recuperación, encontrará, estoy seguro de ello, plena cooperación por parte del Gobierno de los Estados Unidos. Cualquier gobierno que maniobre para bloquear la recuperación de otros países no puede esperar apoyo de nosotros. Más aún, los gobiernos, partidos políticos o grupos que traten de perpetuar la miseria humana al objeto de aprovecharse de ella políticamente o de otra manera, encontrarán la oposición de los Estados Unidos.
Es ya evidente que, antes de que el Gobierno de los Estados Unidos pueda ir mucho más lejos en sus esfuerzos para aliviar la situación y ayudar a situar al mundo entero en su camino hacia la reconstrucción, tiene que haber algún acuerdo entre los países de Europa en cuanto a lo que requiere la situación y a la parte que estos países mismos tomarán en orden a dar el adecuado efecto a cualquier acción que pueda ser emprendida por este Gobierno. No resultaría ni conveniente ni eficaz para este Gobierno intentar montar unilateralmente un programa encaminado a poner a Europa de pie económicamente. Este es el asunto de los europeos. La iniciativa, pienso yo, tiene que venir de Europa. El papel de este país debe consistir en una ayuda amistosa en la elaboración de un programa europeo y un ulterior apoyo a dicho programa en la medida en que pueda ser práctico para nosotros hacerlo. El programa debería ser un programa combinado, aceptado por un buen número de naciones europeas, si no por todas.
Parte esencial de cualquier acción afortunada por parte de los Estados Unidos es que el pueblo de América comprenda, por su parte. el carácter del problema y los re medios a aplicar. La pasión política y los prejuicios no deben intervenir. Con previsión, y con la voluntad de nuestro pueblo de enfrentarse con la ingente responsabilidad que la historia ha puesto claramente sobre nuestro país, las dificultades que he subrayado pueden ser superadas, y lo serán.

El Mundo durante la Guerra Fria

Hola chicos/as asi es como estaba el mundo durante la GUERRA FRIA.

Un saludo

LA GUERRA FRIA



Hola chicos/as aqui os ofrecemos este video resumen sobre la GUERRA FRIA.
Un saludo.

jueves, 3 de junio de 2010

Estados miembros de la Unión Europea.

Hola chicos/as aquí les dejamos un mapa de los estados miembros de la Unión Europea esperamos que os sirva de ayuda.

lunes, 31 de mayo de 2010

La expansión Soviética


Aqui os dejamos una foto de la Expansión Soviética.


Un Saludo.

Tema 12

Hola chicos/as os dejamos el Tema 12 de Historia para que lo podais imprimir en vuestras casas si no lo quereis comprar.


La Guerra Fria